Siempre atravesada por esa sugerente ambivalencia que oscila entre lo terapéutico a la función de “guardiana de perros sueltos” –metafóricamente hablando, claro–, la psiquiatría ha perseguido una definición biológica objetiva de la locura como si fuese un santo grial. Al psiquiatra estadounidense W. H. Gantt. (1892-1980) se le escapó, pero por un pelito.
En enero de 1973 vio la luz en Science el informe del “Experimento Rosenham”, en el que se contaba cómo 5 hombres y 3 mujeres se presentaron por separado en las admisiones de diversos hospitales psiquiátricos estadounidenses manifestando sufrir alucinaciones auditivas. Al ingresar se registraba el cese de los síntomas, no obstante lo cual eran medicados y quedaban internados, en promedio, por cinco semanas. Seguir leyendo ‘El «test de normalidad» del Dr. Gantt’